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A pesar de que vemos el vidrio como uno de los materiales de construcción más comunes para diversos utensilios de cocina, ventanas, amplia variedad de objetos pequeños ornamentales y parte importante de las comunicaciones informáticas modernas, su uso inicial por nuestros primeros antepasados lo convirtió en uno de los objetos más buscados y valiosos en todo el mundo. En aquellos tiempos prehistóricos, el vidrio formado naturalmente (obsidiana volcánica) se usaba como arma afilada, herramienta útil y tenía un gran valor.

La primera evidencia arqueológica de la fabricación de vidrio proviene de áreas del Antiguo Egipto y Mesopotamia. En aquellos tiempos, el único producto de vidrio que se fabricaba se creaba acristalando objetos prefabricados o perlas que se formaban accidentalmente en otros procesos de otros trabajos de metalurgia. A finales de la Edad del Bronce, el proceso de fabricación de vidrio evolucionó hacia una profesión más organizada, con trabajos que vertían vidrio fundido en recipientes prefabricados. Este proceso era lento, poco confiable y no permitía que el vidrio se convirtiera en algo común. El punto de inflexión en la historia de la fabricación de vidrio llegó en el siglo 1 aC cuando los trabajadores sirios y palestinos descubrieron el arte del soplado de vidrio. Este invento cambió en gran medida toda la industria de la fabricación de vidrio, transformándola en material barato y de fácil producción. La conquista de Judea por los romanos en el año 63 a.C. permitió que esta técnica de fabricación de vidrio se extendiera por los territorios del Antiguo Imperio Romano y, finalmente, por toda Europa y el mundo. Los romanos preferían tanto el vidrio, que lo usaban en la fabricación no solo para la construcción de contenedores y joyas, sino también con fines arquitectónicos (generalmente después del año 100 dC, cuando los trabajadores alejandrinos descubrieron el secreto de hacer vidrio transparente).

Producción de vidrio en los tiempos modernos no ha cambiado mucho desde que se descubrió en áreas antiguas de Persia y Egipto: la arena (que consiste en sílice, ceniza de sosa y cal) se calienta a temperaturas extremas, y luego se deja enfriar y dar forma a casi cualquier forma soplando o vertiendo en moldes prediseñados. Este proceso extremadamente fácil también se puede enriquecer con aditivos, que pueden proporcionar vidrio con todos los colores u opacidades imaginables, mejorar la calidad, la durabilidad y otras propiedades. A pesar de que este proceso puede sonar simple, requiere mucha precisión porque para crear un contenedor de vidrio perfecto de ventana debe mantener cuidadosamente las temperaturas en cada punto del ciclo de fabricación.

La producción moderna de vidrio se realiza con varias técnicas:

Envases de vidrio – En los que el vidrio se fabrica cuidadosamente en tres etapas diferentes (fusión de materias primas, vertido o soplado de vidrio en moldes de contenedores y enfriamiento con toques finales para la calidad)

Procesos de vidrio flotado: en los que el vidrio se coloca sobre la superficie del metal fundido (estaño o plomo). Este proceso se utiliza para la creación de ventanas planas.

Soplado manual de vidrio: se utiliza principalmente para la creación de objetos de arte y recipientes de vidrio personalizados.

Después de la fabricación, cada producto de vidrio se puede tratar adicionalmente mediante recubrimiento, tratamiento térmico, grabado o algún tipo de decoración.

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